Lejos de querer ser la mujer perfecta, Micaela va por la vida tratando siempre de hacer lo mejor para los demás. No puede evitar pensar que pensarán, y que sentirán las personas de su alrededor antes de ejecutar cualquier acción que pueda ser perjudicial o no para el resto. Sonará medio obsesivo pero es así. Eso pasa cuando el corazón de alguien es tan grande que solo quiere dar y no piensa en recibir. Pero eso afecta a los mortales. Las personas 'de este mundo' tenemos, en algunos más y en otros menos, un sentido del orgullo, del respeto a nosotros mismos. Y a veces nos lastimamos creyendo que dejar pasar ciertas cosas van a hacer que los demás piensen antes de actuar, para la próxima vez.
Ella abrió un día los ojos y se dió cuenta que no. Pero no es posible evitar todo lo que uno vino haciendo durante 16 años. Y ahí empiezan los cambios. Las ambivalencias. Las preguntas. Porque nadie se merece que ella sufra, pero a veces, por más que la palabra no sea 'merecer', ella sacrifica algunas y otras tantas cosas por la gente que ama. Por verla bien, porque eso la hace sentir bien. Y eso no deja de hablarme bien de ella.
Micaela es una mujer madura dentro de una niña de 16 años. Nosé si eso está bien o mal, depende de mirar el vaso medio lleno, o medio vacío. Sin duda que si la vida no le hubiera puesto tantas pruebas en el camino, ella sería otro tipo de adolescente y podría conectarse en otro punto con las personas de su edad. Pero eso no ocurrió, y creo, desde lo más profundo de mi corazón, que lo que menos debemos hacer es lamentarnos por esto. Porque no todos podríamos haber soportado lo que ella soportó. Entonces, no digamos que esto 'llegó' antes. Quizás la recompensa esté en otro lado, y de seguro va a ser muchísimo más grande.
Dicen que uno tiene lo que se merece, pero a veces, no es lo que uno se merezca, sino lo que va a cosechar luego de toda la siembra. Porque sembrar triunfos, alegrías. Acompañar, soportar, tolerar, y aceptar las cosas por más negras que sean, con la frente en alto y de la mejor forma, sin duda es una gran siembra. Y uno, cosecha lo que sembró.
Intentar cambiar ciertas cosas a veces no es sencillo, porque cambiar para con 'todo el mundo' quizás no sea lo correcto. Quizás solo hay que dejar que no nos lastimen las personas que no nos merecen. Y de otras, aguantar algunas cosas para poder forjar un futuro mejor.
Ella canta, y no desafina. Ella expresa de la mejor manera que puede los sentimientos. Ella tiene claro lo que piensa y no es , como vulgarmente llamaríamos, un "panqueque". La firmeza en sus pensamientos, actitudes y códigos hizo que no dude en incluirla en mi lista.
Y acá estoy hablando de privilegio. MI privelegio. El gran honor que es para mí, que soy un simple reflejo borroso de la Srita Micaela Belén Frontera, formar parte de su vida.
Es la unión implícita, los acuerdos implícitos y la complicidad con la que cuento desde que la conocí. Es una puerta abierta, a infinitas vivencias que estoy ansiosa por compartir. Es una amiga, una confidente, una prima, una compinche, una compañera. Es tantas cosas. Y no van a importar las distancias, ni el tiempo que quizás no podemos vernos, porque a mi lado estará. Porque como ella misma me dijo una vez: Su corazón estará conmigo, vaya donde vaya.
GRACIAS PRI. Por TANTO !
