domingo, 4 de agosto de 2013

Clave de Fa

Ya me acordé por qué hacía tanto que no escribía. 
Y es por la sencilla razón de que ya no tengo más nada que escribir.
Pasan los años, y puedo hacer un copy paste de todos los textos, poemas y aforismos que escribí, citas que utilicé que encajarían perfectamente con las cosas que viví y vivo desde que dejé de vomitar palabras en este sitio.

De vez en cuando entro, no sé si por masoquista, para poder compartir algún contenido en alguna red social para que determinadas personas lo lean, o para recordarme una vez más que estoy tropezando con las mismas piedras.
Es como si el diablo se disfrazara de distintos personajes y siempre logre seducirme. Una casa de dulces, una manzana, un vaso con agua, una botella de gin.

Ya no pido encontrar algo que me haga feliz, solo pido encontrarme con personas y situaciones que me hagan escribir cosas nuevas, encontrar citas nuevas en los libros, y re descubrirme.

¿Qué tan triste resulta esto? 
La única frase coherente que se me ocurre ahora es: "tengo que empezar a hacer algún tipo de terapia, un par de blog y redes sociales no van a sacarte del abismo"

Líneas. Líneas que dividen. Nunca fui buena para las líneas rectas. 

Dibujar, pintar un árbol que no envejezca.
Pero no tengo crayones, ni soy dulce ni me llamo Daniela.
Perdí mi Clave de sol hace cuatro años y todavía no aprendí a componer absolutamente nada en Clave de Fa.