jueves, 6 de mayo de 2010

Quiero dormir.
Y despertar cuando todo esté diferente.
Que esos haces de luz que veo tan lejos,
me despierten cuando estén cercanos
acariciándome la piel con su calor.
Y en los sueños,
poder despertar.
Poder mirarte a los ojos
y expresarte física y verbalmente
todo este torbellino que tengo dentro.
Y llorar, y reír y cantar.
Y volver un poquitito para atrás
caminando despacito sobre esos pasos
que me hubiera gustado dar.
No quiero lamentar más ciertas cosas,
porque es todo y a la vez nada.
Porque estoy sintiendo esa fragilidad,
esa que destruye por dentro.
Como los vidrios de los autos,
de los bancos y edificios majestuosos.
Me alzo en Puerto Madero,
y me hacen trizas a piedrazos.
No veo las manos, no veo quienes son.
No veo el motivo.
Solo me quedo ahí, inmóvil, rota.
Quebrada, añicos.
Trozos pequeños de mi,
son las mil particulas que me componen
y que se mantienen en pie
porque allí es donde tienen que estar.
Y no tengo ganas de escribir correctamente,
realmente quiero mandar todo a cagar.
Solo quiero volver a ser yo,
volver a sentirme EN MI LUGAR.