miércoles, 13 de octubre de 2010

DADÁ

No creo que uno se aferre a lo que le hace mal. Creo que con mayor frecuencia nos aferramos a esos seres, personajes, personajes; a las palabras y actos que vienen con ellos.
No sería correcto hablar por la multitud, pero creo, en general, basándome en la mía y en la casi mía experiencia de mis cercanos, que cuando te aferrás a algo, es porque ese algo, esa cosa insignificante que ocupa un mísero lugar en el mundo te prometió algo. Te dio indicios, señales, palabras, textos, sensaciones. Y en tu mente y tu alma fuiste acumulandolás.
Todo eso que parecía no ser nada, de repente lo es todo. Es toda esa esperanza, eso es lo que significa creer. ¿Que somos acaso sino seres que no pueden estar sin interactuar? Toda esa interacción nos lleva, indefectiblemente, a depositar confianzas, respetos y odios por doquier.
¿Es ese el secreto de la vida? ¿Es eso lo que te dan los años de experiencias? Una lista de sin sabores, o de ¡que sabores! para recordar o querer olvidar para siempre. Punto y aparte.
Me gustaría poder rescatar de cada cosa vivida como un recuerdo que siembre experiencia y tacto para lo que vendrá. Siento , aunque los expertos digan que no es saludable, que poder generar un criterio intuitivo cada vez más cercano a la realidad es mi único objetivo. Esa es la única forma que encuentro para protegerme. ¿De que? De los fantasmas, de los miedos ajenos, de las inseguridades ajenas, de todo eso, que los demás creen poder depositar en mí cual baulera de edificio. ¿Donde queda exactamente el lugar para guardar mis cosas? ¿Que hago con todo eso que me transmiten las miserias de los demás? Todos esos juegos, esas luchas insesantes de no saber que querés, esas barreras, esos gritos ahogados. Todo eso que decís o no, todo eso que querés hacer y te lo guardás.
Descontextualizar, moverse, crear conceptos sobre nosotros mismos y sobre los otros que nada tengan que ver con lo conocido. Sorprender para bien, no callar, creer. ¿Porque si una persona puede hacerlo las demás no? ¿Porque se cree que ocultando, callando, mintiendo se puede llegar más lejos?¿Que va a pasar cuando se encuentren y exploten todos esos sentimientos dentro de uno mismo? No vamos a ser más que pedazos de nosotros, desparramados por ahí, desmembrados, no vamos a poder cosernos, ni salvarnos, ni cuidarnos, ni amarnos, ni siquiera, odiarnos.
Espontaneidad. Eso le falta a este mundo.
DADÁ.