lunes, 27 de septiembre de 2010

Charla íntima con mi mejor amigo.

No me gusta esperar, pero igual te espero. Te espero concepto para que aparezcas y me ilumines, y brote esa creatividad que todos tenemos latente, que rompas la cáscara, y empieces a salir. Antes del miércoles.
Te pido pollito, que no esperes mucho a crecer, porque cuánto más tarde llegues, más van a tardar mis buenos resultados en aparecer.
Le imploro que despeje mi mente de cosas superfluas y momentáneamente innecesarias. Porque es a Ud a quién necesito, a quién espero con ansias, con quién no me cansaría de vivir.
Mi lado izquierdo del cerebro it's death. O quizás está sólo de vacaciones. O quizás este pedido en particular le moleste tanto como a mí. No lo sé. Ni creo poder averiguarlo. Si en algún momento mi sueño, mi inconsciente me permite esa conexión, le pido, le imploro, que le diga que se prenda, que en este baile quiero que bailemos todos. Todos los que pueden enseñarme esos pasos, que todavía no aprendí.
Si, claramente le estoy hablando a mi cerebro. Porque como ha comenzado muchas frases mi buen amigo amarillo: BUENO CEREBRO.... (y agrego yo) es hora de que comiences a actuar en función de mis pedidos, y no para dónde se te canta la gana como lo venís haciendo hasta ahora. Ok?