Escribo, por el simple hecho de creer que así voy a encontrarle a esto un sentido.
Son los sentimientos que me invaden, cuando te miro, y suspiro y avanzo, retrocedo, doblo y sigo.
No quiero, pero quiero, te necesito y te espero.
Y vos no estás, y que hacés que no me mandás una señal. ¿Que no te dás cuenta la falta que me haces? ¿Que hago con todo esto? ¿Donde lo tiro?¿Lo guardo? ¿Para que? Si vivo sacándolo del cajón y lo miro.
Hay historias que definitivamente no quiero repetir, y parecen guiones escritos para ser vividos, por los mismos autores, protagonistas distintos. Y me ahoga, no poder gritarte todo esto que escribo. Y me asfixio entre el humo de haber apagado, el fuego prohibido.
