lunes, 24 de mayo de 2010

Nudo y desenlace

Mi mundo está dividido en dos. Dos fuerzas completamente diferentes, que tiran para lados opuestos, un norte y un sur, que jamás se encontrarán ya que están compuestos por sentimientos abismalmente distintos entre sí.

La brújula marca N y me dice que tengo que seguir adelante, tratando de reconstruir ciertas cosas, y acostumbrandome a que el mundo no es como yo quiero que sea, y que las personas, todas, no son como yo creí que eran. Que quizás hacía falta un momento como éste para entender que no sembré lo correcto en estos 24 añós, y que es hora de arar nuevamente la tierra para encontrar cosas distintas, que estén a la altura de lo que busco. Busco una Samantha, una Charlotte, una Miranda. Porque a Carrie no sólo la ha plantado Mr. Big, sino que hay otra partida que le ha desgarrado el alma. Una Samantha que me saque de paseo cuando estoy mal, una Miranda que me llame a cualquier hora y me cuente lo que pasó, una Charlotte que me regale su anillo de compromiso cuando estoy sin techo. Personas que me inspiren esa confianza. Siempre creí que había personas sin las cuales no hubiera podido vivir. Y hoy me doy cuenta que ninguna de ellas son las que creí que eran. ¿Tan errada fue mi elección de tierras para la siembra que hoy tengo esta cosecha? ¿Tan inútil fueron todas estas cosas que creí haber logrado hasta hoy? Y entonces, luego de estos planteos recibo las ofensas, los reproches, y las evasivas. Los no-consejos, las no-opiniones, los no-abrazos. Y no tengo ganas.
Por el otro lado el S, ese sentido par el que siempre fui. Ese donde tengo almacenados tantos recuerdos, y ese que me dice que estoy equivocada, que nunca le pedí peras al olmo, y que no es el momento, ni nunca lo será para hacerlo. Que hay ceritas cosas que no puedo pretender, que mi ser siempre será así, y que 'dar' es algo que jamás, por mas que intente, voy a poder dejar de hacer. Que mi corazón así fue tallado, y educado. Que mis fuerzas así eligen ser repartidas, entre las personas que lo necesitan, dejando atrás a mí y quizás a otros, que no las necesitan tanto.
Y entonces aquí me encuentro, parada entre dos sogas que tironean para lados completamente opuestos, tanto que a veces pienso que me van a partir en dos. Y decido quedarme quieta, y buscar una tijera para cortar la que creo que es la que no sirve. Pero para cualquiera de los dos lados que decida tirar se perderan cosas y personas, actitudes, y sentimientos. Quizás volver al sur les convenga a ustedes. Y aunque deba arrancar sola , nosé porque, tengo ganas del solcito del norte.