martes, 22 de febrero de 2011

Agradecimiento al robo

De repente leyendo un párrafo, se apareció ahí. Ese día en Luján una cotorra me dio un papel que decía que mi pareja me iba a traer problemas, que la familia no me iba a querer, y ootras cosas más o menos así, que ya en ese momento se cumplían al pie de la letra. ¿Y entonces? ¿Qué pasó? Ese puto papelito lo guardé, como aceptando ese destino nefasto y repugnante por el cual tuve ganas de asesinar a la cotorrita y comérmela a la cacerola. Pero un día, un día estaba todo junto: Sus regalos, sus egoísmos, la notita de la cotorra, las anomalías, y los pequeños recuerdos de la relación que finalmente no fue, y se fueron. Más bien se los llevaron. Me los arrancaron. Hoy quiero agradecerles a las dos pendejas drogadas que entraron al ISP y se llevaron el místico bolso Nike. Por llevarse la predicción, los recuerdos, los karmas y el destino nefasto al que esa puta cotorra creyó haberme condenado para siempre. Ese día empezó el cambio. Y hoy lo puedo ver, claramente. Gracias