jueves, 13 de mayo de 2010

PLANTEOS

Como hago para entender que ya no estás para creer que te has ido y no regresarás. Donde buscaré cobijo cuando mi alma esté herida, con quien aprenderé creciendo, quien sanará ESAS heridas. Tu brillo, tu luz y tu paz eran todo lo que yo necesitaba.
Tu ser era el motor por el cual yo me despertaba.
Tenía que verte bien, tenías que estar bien.
De una forma u otra siempre quise decirte, y demostrarte lo que siento. Y hoy no dejo de pensar en las mil cosas que no hice, y me arrepiento. Los abrazos que no te dí, los mimos, las cartas los te quiero.
Me falta todo eso y ya no puedo dártelo. Porque aunque me digan que estás, yo ya no puedo sentir tu calor.
Y siento. Y pienso. Lo mal que hice en no transmitirte este sentimiento tan puro. Pienso en todos los que pudieron mentirte, en todos los que pudieron saludarte, abrazarte y mirarte. En todos aquellos que sé que no se lo merecían. Me duele no haber estado, de la forma en que yo quería estar. Y yo ya sé que eso, es un vacío, una herida que no sanará. Porque no puedo retrocer el tiempo, no puedo traerte de vuelta.
Pero por sobre todas las cosas, no puedo decirte todas las cosas que ahora me dan vueltas en la cabeza. Es que este amor, no lo va a entender nadie. Es que este amor, solo lo despertaste vos. Es que este amor era infinitamente más grande que cualquier otro que haya sentido. Y con nadie me refiero a nadie, y con cualquiera me refiero a inexplicable.
Reflexiono una y otra vez la cantidad de veces que evité demostrarte lo que sentía. Pienso en que cuanto más crecí, más tonta me volví. Y me arrepiento. Y pienso. Y me lamento.
Y no hay consuelo que pueda subsanar todo ese tiempo que estuvimos lejos, y no hay máquina que pueda retroceder el tiempo. Y te extraño, y eso. Ya sabés ahora todo lo que siento. Eso quiero creer, que estás ahi. SINTIENDO.