martes, 24 de noviembre de 2009

MI CLAVE DE SOL

Una angustia invade mi alma.
Sé que ahora estás bien. Porque creo en Él de arriba, y espero que te haya recibido con los brazos abiertos.
La muerte es el miedo más grande, quizás es por eso que me gustaría tenerte acá.
Quizás por eso no puedo mentirme a mi mísma y no desear que nada de esto hubiera pasado.
Fuiste mi guía, mi predilecta, una de las personas más importantes que tengo.
Te necesito, te quiero acá, aconsejandome, retándome, diciendome cómo son las cosas.
No puedo pensar en nada, más que en esto. En lo irremediable que es el dolor que me causa tu partida. En el vacío que nos dejaste, el eslabón que se cortó. Un eslabón que me unió a Dios, a gente linda, y a personas que nunca hubiera llegado a conocer si no estabas vos en el medio.
No puedo despedirme. Porque te voy a extrañar tanto. Porque ultimamente mi maldita rutina me hacía imposible poder estar un poquitito más cerca. Sé que me hice presente como pude, y también se que pudiste verlo.
Hoy me quedan en la mente las mil y una cosas que pasamos juntas.
El día que te encontre en un hipermercado, estabamos mirando el mismo libro, y nos adivinamos nuestros pensamientos.
Las mañanas, tardes y noches que nos desbordabamos de cosas para hacer.
Las charlas en el micro.
El viaje de egresados.
Las cartas, las tarjetas y los saludos de cumpleaños.
Son tantas, irremediablemente van a dar vueltas en mi cabeza una y otra vez, todas ellas... Todas las cosas buenas que hiciste.
Porque todavía sigo hablando, como dijo José ayer, de esa Moni interna, de la mía, de la que yo pude conocer y querer de la forma en que te quiero... Porque no puedo hablar de todo lo que hiciste, porque basta con que el de arriba lo sepa.
A mi, me basta con saber que jamás te juzgué, que no pude estar más de un día enojada con vos, que cada vez que te fallaba sentía una terrible decepción, que tus consejos me hacían bien, que tu presencia fue desde una vez, hace muuucho tiempo, indispensable en mi vida.

Daría cualquier cosa porque estés acá. Lo más lindo que nos podría pasar es que estés, que sigas acá. Yo te dije hace un tiempo que le pidas al de arriba lo que querías, que el te lo iba a dar. Y ojalá sea esto lo que le hayas pedido, irte en paz.

Tengo un nudo en la garganta, mi vida no va a ser la misma ahora que no estás. No puedo imaginarte en el cielo, guiandome, y arreglando las cagadas que me mando. Simplemente te quiero acá, para un abrazo, un beso y una sonrisa. Esa sonrisa que vos solo podés dar.

Te necesito. Porque nunca quise a nadie como te quiero a vos, porque decirte que fuiste una mujer excepcional que me dejo más que muchas cosas, ES POCO. Porque no tengo palabras ni para describir el dolor, ni el orgullo que es para mí haber formado parte de tu vida de la forma en que lo hice. Porque es algo que nadie va a entender jamás. Que me basta que vos hayas entendido, y que me lo hayas transmitido un tiempo antes de irte.

Porque Sta Cecilia ya no es un día cualquiera. Es el día que se van a cumplir aniversarios de tu partida... El mismo día que tantas veces festejamos juntas.

Y porque estés donde estés, se que me estás mirando. Te adoro con todo mi ser Cú! Nada en la vida va a ser que me olvide de lo que significás para mí. Espero encontrarte pronto para sentirme completa de nuevo. Mientras tanto, cuidame esa parte de mi alma que se fue con vos.. PORQUE COMO ME DIJISTE UNA VEZ, ACA ESTOY INCONDICIONAL... TE ♥