miércoles, 22 de julio de 2009

MC

La angustia de ayer no tiene nombre. Me pregunto que voy a hacer si algún día pasa lo que ni yo ni nadie quiere que pase.
Donde me voy a guardar todo aquello que tengo para decirte, y cuánto me voy a enojar por no haberte visto durante todo este tiempo, en este proceso horrible que estas viviendo.
Que voy a hacer con todas estas melodías en mi memoria, si ya nadie va a poder evaluar mi voz, nadie como vos.
Que cantidad de barbaridades puedo decirles a todas esas personas que se empeñan en mantenerte incomunicada de esas personas que realmente te queremos. Que voy a hacer si sé que no estás, y que ya no voy a poder abrazarte.
Con quién voy a concretar mi trámite y promesa de confirmación. Juro hoy que si no es con vos no es con nadie, a lo sumo que tenga que salir de madrina de algun casorio y ahí si no me va a quedar otra. Porque hay poquitísimas personas y Él de allá arriba que saben que te quiero ver, que no aceptaría bajo ningún concepto que te lleve sin despedirte.
Porque sé lo que estás sufriendo, y lo único que quiero es verte sentada delante del piano y que me toques ésta melodía, esta que nunca pudimos cantar.
Que voy a hacer con toda esta angustia y con toda esta bronca.
Ayer lo único que le pedí al de arriba, es que no sufras más, que de una vez por todas te saque de esta prueba que te puso en el camino, que deje de desgastarte, que no te deje sin fuerzas para seguir. Y también le pedí que no te vayas sin despedirte.
Que no me deje con todo adentro, que hay muchas cosas que quiero decirte, que no me perdonaría jamás no poder despedirte, y no se lo perdonaría a Él tampoco {si lo amenacé un cacho capaz}.
Desde acá, desde este corazón que sabes, te adora, te mando mis fuerzas: todas las que tengo, porque ya no me importa nada, solo quiero que estés bien!
~~